Un breve recorrido a través de qué necesitas saber para poder llamarte apto en #TeoríaBlumenstein

Sabes que has aprendido a andar en bici cuándo dejas de necesitar las rueditas de apoyo. Sabes que aprendiste a hornear cuando el pastel sale bien cocido por todos lados. Sabes que has aprendido a sumar cuando la calculadora y tú llegan al mismo resultado. Sabes que has aprendido a batear cuándo le pegas a un porcentaje significativo de las bolas que te lanzan.

Sin importar de que disciplina, actividad o hobbie estemos hablando, hay ciertos logros o momentos que evidencian que has cumplido satisfactoriamente el proceso de aprendizaje.

¿Cómo saber que has aprendido Teoría Blumenstein?
Hay cuatro grandes temas que uno debe entender a profundidad para poder decir que es apto en Teoría Blumenstein y son Comunicación, Sistemas sociales, Forma y contenido y Suficiencia. 
¿Qué implica cada uno de estos?

Comunicación
¿Recuerdas el diagrama que nos enseñaron en la primaria, sobre emisor, receptor y mensaje? ¿Y todo lo que hemos aprendido después sobre retroalimentación, escucha activa, rapport, espejeo, lenguaje no verbal y todo lo demás? Excelente, el primer paso es olvidarlo por completo y adoptar una nueva premisa: los seres humanos no estamos diseñados para comunicarnos.

No hay manera de que nadie en el universo experimente igual que tú conceptos como “amor”, “respeto”, “compromiso” o “trabajo en equipo”. Una vez que comprendemos el porqué detrás de esta premisa, podemos entonces empezar a descubrir que, aunque no estamos diseñados para comunicarnos sí podemos construir, colaborar y co-crear juntos.

Sistemas Sociales
La segunda premisa es quizá un poco más retadora que la anterior, ya que tiene que ver con nuestro sentido de pertenencia y comunidad. Los seres humanos no pertenecemos a ningún sistema, excepto cuándo estamos participando activamente en ellos. Los sistemas sociales son efímeros, duran lo mismo que las interacciones que los conforman y se necesita de al menos dos para que existan. No puedes tener un sistema social con quién no quiere tenerlo contigo. Y los sistemas sociales no existen en sí mismos, existen solamente cuándo alguien contribuye a ellos. Cuando puedes identificar cómo se crean, alimentan y desaparecen los sistemas sociales, estás un paso más cerca de llamarte conocedor de la Teoría Blumenstein.

Forma y Contenido
Quién sabe de Teoría Blumenstein puede hacer la distinción entre la forma y el contenido. Que es cómo hacer la distinción entre la envoltura y el regalo, la taza que contiene al café y el líquido al que llamamos café. Y esto es importante por qué quién conoce de Teoría Blumenstein puede desarrollar formas para diferentes contenidos de acuerdo a lo que quiera lograr en un determinado sistema social y cuidarlas de que no se embarren una con otra. Es una habilidad que a simple vista parece obvia, sin embargo, tiene su encanto y grado de complejidad tener la habilidad de cuidar la forma sin tomarte personal el contenido.

Suficiencia
Esta es la parte más bonita de todas. Y la más compleja, principalmente por que es imposible de definir. Suficiencia es algo muy personal para cada uno de nosotros. Sin embargo, una de sus muchas posibles descripciones es: suficiencia es aquello que existe dentro de nosotros que nos permite entender todo lo anterior, practicarlo, equivocarlo, joderlo, repetirlo, que a veces salga bien, que muchas veces salga mal, y que aún después de todos los previos intentos, tengamos la certeza dentro de nosotros mismos que tenemos todo lo necesario para intentarlo de nuevo y sobrevivir al resultado de nuestros intentos, cualesquiera que este sea. Suficiencia es lo que nos hace humanos.

Ya aprendí, ¿y ahora qué?
Una vez que logras entender estos cuatro conceptos en tu cabeza, el siguiente y último paso es aplicarlos. La mala noticia es que dominar la aplicación puede tomarte el resto de tu vida. La buena noticia es que al vivir y experimentar la teoría, al incorporarla como parte de tu vida, lo más probable es que notes un cambio en tu forma de ver el mundo y por lo tanto en tu forma de interactuar con él. Y quizá descubras que cuándo tú cambias tu forma de relacionarte con eso que forma tu mundo (pareja, socios, colaboradores, familia, etc.) la respuesta que obtienes a cambio, también puede ser diferente. Y puedes moldear tus intentos o contribuciones hasta que te acerque a eso que quieres para ti en la vida, porque lo más importante de todo, es no olvidar que el propósito de la Teoría Blumenstein es reducir la complejidad del mundo para acercarte a esa buena vida que deseas.

En Visión Sistémica trabajamos a partir de estos conceptos y desarrollamos productos y servicios para ti, tu equipo y tu empresa. Si deseas conocer más acerca de cómo podemos construir contigo un buen futuro, ponte en contacto con nosotros.

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