Por Katia Del Rivero

La primera vez que escuché esta frase de Michael Blumenstein me incomodó un poco. Vinieron muchas imágenes a mi mente de cómo es que en las situaciones cotidianas personas que están en lugares jerárquicos asumen “liderazgos de poder”.
La gente les tiene miedo. Ellos deciden como si la institución u organización fuera suya. Creen que son los únicos que pueden hacer las cosas y hacerlas bien. Atropellan al que se ponga en frente con el que no estén de acuerdo o que no esté de acuerdo con ellos. Todo aquello que reta la “imagen” que se han creado es destruido, eliminado o excluido. Y la gente no tiene posibilidad de elección.
Las personas SÍ eligen
Fue muy interesante para mí descubrir la perspectiva de que las personas SÍ eligen. Todo el tiempo. Consciente o inconscientemente. Y todas elegimos por nuestra supervivencia. Y supervivencia no significa el ideal de lo que llamaríamos “la mejor opción”, sino la alternativa en la que me siento hábil y capaz de sobrevivir.
Así que si no me siento capaz de sobrevivir “fuera” de la organización para la cual trabajo me quedaré ahí, incluso aguantando a esos “poderosos”, “injustos”, “inhumanos”. ¿La razón? Porque ahí me siento capaz de gestionar y manejar la situación y gozo del beneficio que es mi seguridad, ingreso, pasión profesional, etc.
Los tiranos no son, se co-crean
El poderoso no se hace sólo, se hace con la aceptación de otro que construye con él/ella este tipo de vínculo porque antepone otras prioridades a confrontarlo, enfrentarlo, etc.
El poder no existe por sí mismo, el poder existe porque algunos estamos dispuestos a co-construirlo juntos. El que se “erige como poderoso”, “líder de equipo”, etcétera, el que lo apoya cruzando los límites del bienestar común para su beneficio, el que se ve afectado por estos límites y decide callarse por su beneficio (que puede ser mantener su trabajo), el que observa y no hace nada, el que es par del jerárquico y cierra los ojos e incluso el líder de este líder que lo mantiene por su propio beneficio.
Hitler no hubiera hecho lo que hizo si hubiera estado sólo, hubo un grupo de personas que estuvieron dispuestos a “ejecutar” sus órdenes.
Jesús no hubiera hecho lo que hizo si hubiera estado sólo, hubo un grupo de personas que estuvieron dispuestos a “ejecutar” sus enseñanzas.
La estructura de construcción social es exactamente la misma que usamos para construir algo de valor, entendiendo por valor, bien común y la que utilizamos para destruirnos entre nosotros y a nosotros mismos.
El elefante y el guía
Estaba pensando en qué escribir para el tema de esta semana cuando Elmar Dornberger, un gran amigo, compartió el siguiente video (Te recomiendo que lo veas para que tengas una mejor experiencia al leer este artículo). Me pareció fenomenal. Creo que es la primera vez que miro algo tan claro de cómo es que el poder se co-crea o no, dependiendo de las dos partes involucradas, al menos directamente. Y a partir de él, llegue a las siguientes ideas sobre como manejar el poder (o cambiarlo):
No te pongas frente al elefante
El poder no es ni bueno, ni malo. Es una construcción social que se co-crea si más de uno están de acuerdo, y puede ser una forma de vinculación muy estable probablemente.
Y por favor, en el mejor sentido metafórico de la expresión “no te pongas frente al elefante” si aún no sabes como manejar la situación, lo más probable es que te atropelle.
Para cambiar algo necesitamos:
1. Querer cambiarlo…. Muchos estamos más seguros estando dónde estamos y no tenemos porque o para qué cambiar. No tengo un juicio para ti, sólo te invito a tomar conciencia de que muy probablemente eres cocreador de lo que no te gusta.
2. Saber cómo cambiarlo… El guía de turistas no está loco, seguramente ha visto muchos elefantes, ha aprendido a manejarlos, a enfrentarlos. Querer no es suficiente, necesitamos tener las herramientas para gestar algo diferente.
3. Sentirnos capaces de hacerlo… Y aún los dos puntos anteriores no son suficientes, tengo que saberme capaz de hacerlo y esto sólo se construye con la experiencia. Las grandes caminatas se hacen paso a paso.
¿Qué estás co-creando hoy? ¿Estás co-creando el líder dictador? ¿El colaborador dejado? ¿El líder que construye colaborativamente? ¿El colaborador que toma un lugar de dignidad para él mismo?
Sin juicio, sólo observándote y valorando la forma en que cuidas de tu vida hoy… quizá así, sólo si quieres, mañana contribuyas diferente.
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