Estamos iniciando año y la publicidad nos los recuerda en un tono muy particular. Prácticamente toda se refiere al “nuevo comienzo”, ”cómo hacerlo bien” y “cómo no dejarlo pasar, porque si no se te arruinará el periodo completo”.

Los artículos que se están publicando en redes sociales, medios, etc. están, casi todos, vinculados con cómo lograr en este año lo que no hiciste el anterior. ¡Este año sí será tu año!

Hace cinco años tuve por primera vez la idea de escribir este artículo, sólo que no tenía suficientes elementos y no pude concretarlo. Hoy vuelvo a observar el fenómeno, vuelvo a sentirlo y gracias a Michael y lo que aprendí en la “Teoría Blumenstein®”, me siento con más elementos para concretarlo.

En aquel entonces estaba profundamente triste por estas épocas, mi hermano había fallecido el 6 de Diciembre de un paro cardiaco. En 22 días no me sentía lista para iniciar “un nuevo ciclo lleno de vida y plenitud y mirando al futuro” (léase con tono de sarcasmo), tampoco sentía esta idea del nuevo comienzo, yo estaba en cierre, ¿cómo abrir algo cuando no se ha terminado de cerrar lo anterior?

Sí, ya sé que la gente piensa, pues lo decides y lo haces. Y sí, es solo que no todos estamos en el mismo momento / tiempo del ciclo, ni en la misma gana de decidir.

Este año me sucedió lo mismo. Podía sentir la inmensa presión social de “voltear al futuro”, “iniciar el año sin tristeza”, “no estancarme en el duelo”. Por momentos sentí una demanda adicional, con la pregunta de: ¿pues qué no es eso lo que la Teoría Blumenstein® dice “mirar al futuro”?

Y por momentos me perdí, estuve a punto de caer en la tentación de moverme a destiempo, fuera de mi ritmo, fuera de mi posibilidad, de “correr antes de comenzar a gatear”. ¿Sería capaz de deshonrar la memoria de Michael estancándome?

¿De dónde nace esta compulsión de iniciar el año nuevo e iniciarlo feliz?

Es una construcción de realidad, social y generalizada, que es útil hasta que deja de serlo.

Sucede que, como con muchas otras construcciones de realidad, olvidamos que las creamos para simplificar nuestra comprensión de la vida y las convertimos en un “así debe ser” que contribuye a generar lo opuesto creando complejidad a nuestro vivir.

El tiempo es una reducción de la complejidad que nos sirve y nos es útil, hasta que la vida nos coloca en un lugar donde seguirla es muy retador. El calendario como lo conocemos es una construcción de realidad humana para darnos un marco de referencia común con relación a eso que llamamos tiempo.

Si seguimos el calendario gregoriano el ciclo inicia en lo que llamamos 1o. de enero, pero si seguimos el calendario chino entonces el año iniciaría el primer día del primer mes lunar (en 2017, el 28 de Enero). Si seguimos el calendario judío sería el primer y segundo día del mes séptimo, que usualmente corresponde a septiembre/octubre en el calendario gregoriano.

Si nos movemos a la vida, y miramos la vida, no todas las plantas, frutas, animales y ciclos ocurren en el mismo tiempo, hay plantas que florecen en primavera, y hay otras que solo en invierno las encontramos.

Así que tu ciclo no necesariamente es el ciclo social. Iniciar el año triste no significa que estarás triste el resto del año, a menos que “hagas tuya” la construcción social al respecto.

Iniciarlo feliz, no te asegura que así será el resto del tiempo. Me parece que hemos transformado muchas construcciones de realidad que en su origen fueron útiles en “mitos” que hoy ya no lo son.

¿Qué sucedería si abrazas tu tristeza cuando todo mundo está feliz? ¿Qué sucedería si reconoces que es un tiempo diferente para ti cuando para otros es de alegría o viceversa? El hemisferio norte no se enoja en invierno con el hemisferio sur porque ahí hace calor.

¿Está bien para ti estar en tu invierno, quizás solo, si puedes preguntarte cómo hacerte de una buena chamarra? Si estás en tu primavera, ¡disfrútala!

Y entonces la Teoría Blumenstein sí hace profundo sentido, porque no es un marco de valor. Sólo es una forma para tener una buena vida: sigue a tu corazón, dale su tiempo, toma lo que te hace bien, suelta lo que no y mira al futuro cuando sea tu tiempo de cambiar de ciclo.

Por Katia

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