Katia Ibáñez

Durante este mes hemos hablado de tres temas:

  • La importancia del interés, de no cansarse de contribuir, y sobre porqué a veces nuestras contribuciones sirven y a veces no.
  • El impacto de pedir claramente, de estar atento a nosotros mismos y nuestras necesidades.
  • Y de como todas nuestras decisiones están guiadas por nuestro más profundo deseo de supervivencia.

Todos estos artículos a través de experiencias y ejemplos que surgen de esta nueva aventura llamada: “Ahora soy mamá”.

Para cerrar queremos dedicar el último artículo del mes a lo que nos parece une todo y es lo único que ha encontrado la autora de este artículo para mantenerse cuerda desde que conoce esta metodología: la amabilidad con uno mismo.

Conocer la teoría, entenderla, tener la habilidad para dar una cátedra al respecto definitivamente no implica en absoluto que la podamos aplicar siempre y sin error.

Como mencionamos anteriormente, los sistemas sociales son ambientes vivos y cambiantes POR QUE LOS SERES HUMANOS TAMBIÉN SOMOS AMBIENTES VIVOS Y CAMBIANTES.

La imperfección es parte inherente a nosotros. Después de todo, no hay nada perfecto en el universo. Ni siquiera el universo mismo.

Equivocarnos, no hacerlo “bien”, no alcanzar nuestras auto-expectativas, olvidar la teoría por completo, que nos gane el enojo, la frustración, rabia o dolor es perfectamente normal y humano.

Después de cualquier arrebato siempre hay otra oportunidad de contribuir diferente y he encontrado que entre más amable soy conmigo misma y mi auto proceso interno de ensayo y error, más fácil y pronto encuentro la posibilidad de ofrecer una contribución diferente.

La característica sobresaliente de la Teoría Blumenstein©️ es que está orientada cien por ciento al futuro y sus infinitas posibilidades. No puedes cambiar lo que ya pasó, solo puedes construir y aspirar a que suceda lo que tú quieres que suceda (recordemos que no hay garantías).

Y de nuevo, lo que mejor me ha servido para navegar a través de esta incertidumbre, es ser amable conmigo misma.

Nuestros conceptos y preceptos, como lo dijo Michael muchas veces, son una forma más de las muchas que hay en el mundo que buscan que los seres humanos encontremos la forma de tener una vida más plena. Esta es la que a mí y a muchos otros nos gusta. Y es que, ¿Cómo no amar una propuesta cuyo punto de partida es que así como eres y estás eres suficiente? ¿Cómo no enamorarse de algo que te propone ser amable con todos, empezando por ti mismo? ¿Cómo no adoptar con todo el corazón una propuesta que te ofrece una forma tan eficiente de colaboración y construcción grupal?

Así que después de entender los conceptos básicos (Comunicación, Sistemas Sociales, Suficiencia y Desamparo) lo más importante, lo que más quiero recalcar es: SE AMABLE CONTIGO MISMO.

Cuando no entiendas un concepto, cuando grites, cuando te sientas triste, cuando te sientas desamparado, cuando olvides el 1–2–3, cuando hables del otro, cuando te sientas frustrado, cuando te sientas culpable por pedir, cuando ya no tengas ganas de ofrecer otra contribución, cuando decidas que quieres cerrar un sistema social: Sé amable contigo mismo.

Muestra para contigo mismo el interés en seguir ofreciendo contribuciones, mantente abierto a tus necesidades, recuérdate que lo que sea que hayas hecho lo hiciste por que en su momento pensaste que era la mejor manera de sobrevivir y hazlo con amabilidad.

Nuestra realidad existe solamente dentro de nuestra cabeza, nosotros y nuestro concepto de nosotros mismos existe únicamente en nuestra mente. Hagamos de ese ambiente uno amable, uno en el que sea posible y que te inspire a vivir una buena vida.

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