Por Óscar Alberto del Rivero Vargas

Quienes tienen el privilegio de contar entre los miembros de su familia con una hermana, seguramente, al igual que yo, los celos nos embargaron alguna vez y cuestionamos seriamente quién era “el cabrón”, que quería “andar con ella”.
Por lo que, cuando me enteré que mi hermana había decido formar una familia con el creador de la Teoría Blumestein® sentí claramente mi ira y carácter de hermano mayor (mayor que ella, claro porque en esto de la cadena de sucesión en realidad soy el tercero). Así que le llamé para pedirle que nos encontráramos en casa de mis papás (máxima autoridad, como percibimos una gran mayoría a nuestros padres, más allá del juicio del bien o mal) para que, frente a ellos, Michael Blumenstein asumiera (en el sentido amplio de la tradición mexicana) su compromiso con mi hermana.
La Teoría Blumestein® está más allá del origen de su creador, es decir, de la “recta” Alemania o de la afición por el futbol soccer y los puntos obtenidos en la Bundesh Liga por el Bayer Múnich e incluso, de la habilidad para conducir un vehículo automotor. Se basa en la autosuficiencia de la persona y Michael, en aquel día del encuentro familiar, me enseñaría que los principios se manifiestan y demuestran con el comportamiento.
Me dijo que había hecho “un match” con mi hermana, que encontraba en ella ese carácter que da sustento a su Teoría y que veía en ella una compañera de vida con esa actitud de suficiencia que les permitiría “co-crear su relación de vida”.
Siempre educado y “cortés al estilo bávaro”, dispuesto a aprender un idioma — el español — y adaptarse a las nuevas costumbres de un país que lo cobijó y le permitió “crecer” en el desarrollo de su Teoría, Michael, trabajó dando vida a su propia Teoría.
Co-fundador en México de la firma “Blumestein Del Rivero”, su trabajo impactó el desarrollo de las personas, a través de su modelo de suficiencia.
Con una visión y perspectiva de carácter formativo, mostraba la vida como un medio y una meta.
“Muchas gracias Señor”, quizá fue la frase que más escuche de él y muy probablemente la última. Nunca tuve la oportunidad de hablar con él de religión o de Dios, pero estoy seguro que hoy, él conoce más de Dios que lo que mi percepción sabe o cree.
Con un árbol Zhen, sellamos su imagen y su vida, pero incluso esa imagen, muestra la percepción y visión del creador de la Teoria Blumestein® que, sin duda, seguirá impactado a miles de personas en su camino por la suficiencia.
No comment yet, add your voice below!